¿Puede una almohada causarte dolor de cuello? Despertarte con esta incomodidad hace que empieces mal el día. En algunos casos, el malestar está relacionado con la edad u otro problema de salud, por lo que siempre debes consultar antes con el médico. Pero en otros simplemente es el resultado de dormir con una no adecuada. La buena noticia es que, si esta es la causa, es fácil cambiar de almohada una vez que sepas qué buscar.
Está demasiado dura
El objetivo de una almohada es proporcionar soporte para el cuello y la parte superior de la espalda al dormir, algo que necesitas debido a la curvatura natural de la columna vertebral.
Es normal que pienses que cuanto más gruesa y esponjosa sea la almohada, mejor, pero no siempre es así. Si esta dobla con fuerza el cuello hacia el pecho mientras duermes bocarriba, o hacia un lado cuando lo haces en posición fetal, es posible que entonces sea más gruesa de lo recomendado.
Si duermes bocarriba, consigue una almohada medianamente suave para aliviar la tensión en el cuello y la parte superior de la espalda. Esta ayuda a asegurar que la cabeza no esté demasiado elevada mientras sostiene el cuello.
Está muy suave
Si duermes de lado, una almohada demasiado suave te dará poco o nada de soporte. Esta posición requiere una que brinde bastante apoyo, por lo que lo ideal es que adquieras una diseñada para ello. También se recomienda que coloques otra almohada entre las rodillas para evitar que la columna rote durante la noche y aliviar presión del área de la cadera y la pelvis.
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Está rellena de plumas
Suele ser barata, pero no provee mucha estabilidad. Se siente muy cómoda al principio, sin embargo, no hay soporte cuando las plumas se mueven. Y también está la cuestión de que algunas personas podrían ser alérgicas al material. Si la tuya es de este material, lo mejor es que consideres cambiar de almohada.
Referencias: Live Well
Mattress Clarity
Cleveland Clinic
NJ Spine & Orthopedic
