La mayoría de las personas experimentan dolor en la espalda baja en algún momento de sus vidas. La obesidad, un estilo de vida sedentario y una mala alimentación son causas comunes. Sin embargo, el envejecimiento es la principal.
Cuando nacemos, nuestros discos intervertebrales están llenos de agua, pero con el tiempo comienzan a secarse y a perder flexibilidad. Esta es la razón principal por la que la edad es el factor más importante que lleva al desarrollo de distintas patologías de columna.
La buena noticia es que identificar la causa raíz puede ayudar a una persona a tomar medidas preventivas para evitar que la situación empeore.
Causas
Estas son las causas más comunes del dolor de espalda en adultos mayores:
Tensión muscular y esguince de ligamentos
Pueden ser ocasionados por movimientos bruscos de torsión. La tensión ocurre cuando un músculo se estira de más, mientras que el esguince se da cuando hay un desgarre. Cargar objetos pesados y una mala postura también pueden generarlos.
Degeneración de los discos
Debido al desgaste de los discos, la columna cada vez soporta menos las fuerzas que ocasionan dolor de espalda en adultos mayores. Los discos intervertebrales permiten a un individuo doblarse, pero cuando comienzan a degenerarse, para un adulto mayor será más complicado hacer una tarea como esta.
Estenosis del conducto vertebral
La estenosis curre cuando el canal que alberga la médula se estrecha, lo que genera presión en ella. Los síntomas más comunes son dolor, entumecimiento y calambres. La edad, por supuesto, es el factor de riesgo más importante. Puede ser lumbar o cervical.
Ciática
La ciática se refiere al dolor que irradia a través del nervio ciático, que va desde la espalda baja hasta las piernas. Suele sentirse en ambos lados de la espalda baja, aunque también puede ser solo en uno. Entumecimiento, hormigueo y debilidad en alguna pierna son síntomas comunes.
Escoliosis
Se trata de una curvatura anormal de la columna. Si bien la mayoría de los casos de escoliosis son moderados, algunas deformidades se vuelven más severas con el tiempo, lo que puede ocasionar problemas respiratorios debido a la reducción del espacio dentro del pecho.
Dolor en las articulaciones facetarias
Se ubica en la espalda y en los muslos. Puede agravarse por caminar o subir escaleras. Además, la espondilolistesis degenerativa lumbar es una afección relacionada con la hipertrofia facetaria que afecta a mujeres mayores en general.
Osteoartritis
Es una las causas de dolor severo en cuello y espalda baja. Las articulaciones que conectan la columna están alineadas con el cartílago, un tejido flexible y elástico. Pero este se va desintegrando con la edad. Y si a eso se le agrega la degeneración de los discos, se genera más presión en las articulaciones, lo que provoca inflamación y dolor.
Fractura por compresión vertebral
Se da cuando el cuerpo vertebral colapsa, dando como resultado dolor, deformidades y pérdida de altura. Es usual que ocurra en la parte torácica y es muy común en adultos mayores. Las mujeres mayores tienen mayor riesgo de sufrirla.
Artritis reumatoide
Enfermedad autoinmune que genera inflamación y dolor en las articulaciones. Causa daño en todo el cuerpo. Una persona mayor con este padecimiento necesita ayuda casi en todo momento.
Hernia de disco
Es uno de los primeros signos de degeneración en los discos. Una hernia genera presión en los nervios y dolor severo, sobre todo en adultos mayores.
Lee también: Mielopatía – Causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento
Prevención
Los especialistas recomiendan lo siguiente para tratar el dolor de espalda en adultos mayores:
- Más actividad física. De esta manera, será más sencillo recuperarse de episodios de dolor.
- Recurrir a la fisioterapia. Esto permite ganar fuerza y mejor el equilibrio y la flexibilidad. El fortalecimiento de los músculos del core hace más resistente la columna.
- Tomar medicamentos. Sobre todo antiinflamatorios no esteroides, dos o tres veces al día durante 10 días, incluso cuando el dolor se ha ido.
- Terapia de frio. Aplicar un paquete con hielo durante unos 20 minutos ayuda a reducir la inflamación y los espasmos musculares.
- Terapia de calor. Relaja los músculos y estimula el flujo sanguíneo. Estirar los músculos inmediatamente después es fundamental.
- No descansar demasiado. Permanecer en cama por más de 48 horas incrementa la duración y la intensidad del dolor.
Referencias: Spine-health
Emoha
Cleveland Clinic
Medscape
